jueves, 19 de noviembre de 2009

EL PAPEL DE LA FILOSOFIA EN LA EDUCACIÓN

Partiendo de una visión global, es necesario remontarse al principio del saber con el fin de indagar y descubrir la naturaleza del conocimiento y de la realidad, utilizando la razón y los argumentos racionales. Esta actividad de conocer va a permitir actuar como sujeto cognoscente de los objetos, para así poder explicar lo que ocurre en su realidad; y a su vez pasar de hombre objeto a hombre sujeto estableciendo un proceso de pensamiento reflexivo y luego científico. Se trata de corresponder el pensamiento con la acción y esto es posible lograrlo, a través de una formación profesional donde el discernimiento intelectual vaya más allá de la simple expectativa, unir las ideas del saber, comprenderlas, internalizarlas, adaptarlas y así aprovechar todas esas ideas que son el eje central de un modo de educar pertinente.

La acción docente necesita estar vinculada con la finalidad de la educación, en correspondencia con el
producto que se quiere obtener, al establecer un modelo que conlleve al perfil del docente deseado, reflejando lo óptimo del ser humano y acorde con las necesidades de la sociedad. A la par poseer una base filosófica, amplia y bien estructurada, que le permita al docente conformar su propia ideología.

A partir de esta premisa, es menester complementar la formación docente con cuatro
principios fundamentales en los cuales están inmersos los siguientes aspectos: "aprender a ser"; "aprender a aprender"; "aprender a convivir" y "aprender a educar".

"Aprender a ser" exige la
integración del pensamiento autónomo, armónico y ético en cuanto a sus características más resaltantes. El "aprender a aprender" mediante la adquisición de habilidades metacognitivas que le permitan desandar sus errores mediante la autocrítica, siendo parte de este aprendizaje la investigación desde la práctica y la reflexión. "Aprender a convivir" es parte de la tarea docente, al interactuar con su entorno logra no sólo la integración de los elementos educativos, sino las metas escolares que se trace a efecto de lograr una mejor calidad de vida de los individuos inmersos en el hecho educativo. Finalmente, "aprender a educar", mediante el conocimiento actualizado de las disciplinas auxiliares los enfoques educativos e interdisciplinarios pertinentes para el tratamiento integral del fenómeno de la educación.

El pensamiento filosófico sustenta la práctica educativa, de esta forma, pasa a ser parte de la misma, permitiendo orientar la enseñanza con el fin de forjar un individuo y una sociedad digna y coherente con la realidad actual de un mundo globalizado.

Solo hay una cosa que puede mejorar la educación, y es precisamente la filosofía desde el nacimiento de un ser humano. La carencia de responsabilidad que se tiene algunas veces conlleva a una educación patética donde ni los mismos docentes son capaces de enseñar. Sus escasas formaciones que solo sirven para enseñar lo aprendido y no ir mas allá, consiguieron apartar al mundo de la real enseñanza donde nos encontramos con fracasos escolares y niños sin buena base para acceder a la universidad. Lo primero que se necesita tener es la disciplina a los niños. Es fundamental el respeto hacia el profesor, maestro, padres. De nada sirve enseñar las asignaturas tal y como son si no se enseña el comportamiento.

Si no existen fundamentos filosóficos no existe educación y esto se debe a que la existencia del hombre es anterior a la educación, sin embargo, la existencia de la educación nunca es anterior a ésta, lo único que precede a la esencia de la educación es la disposición potencial en
el hombre para ella cuando esta disposición se potencia en el orden de la esencia, cuando deviene acto esencial es posible entonces gozar de simultaneidad entre la educación y sus fines, comprendiéndose esto como la afinidad entre el pensamiento reflexivo y la búsqueda de la esencia educativa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario