sábado, 21 de noviembre de 2009

JESSICA E. YAÑEZ DEL ANGEL

INTRODUCCIÓN
Todo trabajo tiene en su estructura un objetivo, un objeto, un medio y un resultado. En el caso específico del trabajo pedagógico consiste en que desde el principio hasta el final se produce un proceso de interacción entre hombres, es decir, el objeto es un hombre, el objetivo es un hombre, el medio es un hombre, y también el producto es un hombre, esto significa que en este tipo de trabajo los objetivos, tareas y métodos de enseñanza y educación son determinados por factores sociales y se hacen realidad en forma de relaciones entre personalidades, esto es lo que acentúa su esencia moral. El trabajo pedagógico es un proceso de interacción entre la personalidad del maestro y la personalidad del alumno.
Por otra parte la ética profesional del pedagogo refleja la necesidad de una sólida preparación del docente para impartir clases con calidad, así como un nivel de actualización científico-técnica y pedagógica y un dominio profundo de las características del nivel escolar para el que se prepara a los futuros graduados, lográndose incorporar a los modos de actuación del docente las regularidades de la profesión, donde las actividades que planifiquen y organicen estén dirigidas a modelar, proyectar y resolver problemas que debe enfrentar el futuro egresado en su esfera de actuación, según su perfil, por lo que la responsabilidad del profesor incluye tanto imprimir carácter profesional al proceso de formación como profesionalizar el proceso según el perfil.










LA ÉTICA DEL PEDAGOGO DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL RACIONALISMO
DESARROLLO
“La autoridad real y ético del pedagogo se basa en su actividad ciudadana, en sus sentimientos únicos, en sus conocimientos sobre la vida del niño, en su ayuda y responsabilidad por la educación de estos.”
El racionalismo como doctrina, al analizar la moral como una forma específica de la conciencia social, señala el carácter clasista e histórico concreto de la ética pedagógica. La moral pedagógica es el reflejo de las relaciones morales que abarcan todos los aspectos de la actividad de los maestros. Ella ha surgido como una necesidad objetiva de corregir la conducta del maestro en el marco de la actividad pedagógica.
La ética profesional orienta la conducta del maestro a asegurar la unidad de los esfuerzos colectivos, a la solidaridad en la formación de la autoridad del maestro. Al mismo tiempo, tiende a defender los intereses de los niños (alumnos) oponiéndose en particular a los métodos de autoritarismo pedagógico, defendiendo el principio de conjugar el respeto de la dignidad del alumno con la actitud de exigencia hacia él; estos son aspectos importantes que requieren un mayor análisis y dedicación.
La tarea teórica práctica de la ética pedagógica es el estudio del estado de la ciencia moral del maestro con la intención de esclarecer los factores que propician la formación y manifestación de su elevada moral. También es tarea de la ética pedagógica la determinación de los principios y de las cualidades morales que deben poseer los pedagogos.
Se considera de gran valor, para el cumplimiento de la responsabilidad asignada, el reflejo de los siguientes aspectos en el modo de actuación profesional de los profesores: · El deber pedagógico profesional. La justeza pedagógica. El honor y la dignidad profesional. La conciencia pedagógica. La autoridad pedagógica. Las relaciones morales en el medio pedagógico reflejan, además, el nivel de educación ético moral.
Al analizar la problemática del proceso pedagógico desde el punto de vista racionalista respecto a la ética del maestro, esta ocupa un lugar importante para muchas disciplinas. La formación pedagógica tiene la misión de garantizar en los estudiantes la motivación hacia la profesión y la ética profesional, contribuyendo también al desarrollo del pensamiento lógico independiente y creador que debe garantizar el modo de actuación del futuro profesional de la educación. Sin dudas el proceso pedagógico para las diferentes profesiones debe llevarse a cabo sobre bases científicas fundamentales en las ciencias de la educación.



















CONCLUSIÓN
El presente trabajo ha permitido profundizar en los fundamentos teóricos, prácticos y filosóficos de la ética profesional, especialmente en la pedagógica.
Revela a la luz de la ciencia que la ética profesional y específicamente la pedagógica constituye una necesidad dentro del modelo del profesional, a la cual le son inherentes problemas que a las ciencias pedagógicas les toca resolver.
Demuestra desde el punto de vista teórico la relación que existe entre el encargo social, el objeto y el objetivo en lo referente a la ética pedagógica en el contexto de la escuela actual.
Con todo lo anterior se logra que el profesional en formación se convierta en sujeto de su propia evaluación, fomente la ética pedagógica a partir de los propios problemas profesionales y proyecte su modo de actuación en correspondencia con el modelo del profesional que se desea formar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario